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Hoy continuamos con la serie en que analizamos los diez argumentos universales de Blake Snyder. Ya hablé de ellos en un pódcast de hace cinco años de forma resumida. Esta vez le estamos dedicando un pódcast a cada uno para que nos queden más claros. Ya vimos “un monstruo en casa” y continuamos con “el vellocino de oro”.
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Hoy continuamos con el curso de Guion de Biopic. Vemos en qué consisten las películas centradas en la biografía de una persona y cómo realizarlas. En la clase de hoy tendremos un caso de estudio y analizaré cómo se hizo la película Una mente maravillosa. Veremos las licencias que se tomaron con la adaptación de la vida real y por qué lo hicieron.
Los argumentos universales de Blake Snyder
Blake Snyder es famoso por su manual de guion ¡Salva al gato! En dicho libro explica su teoría de que los verdaderos “géneros cinematográficos” no son los clásicos (acción, amor, oeste, policíaco…) sino una serie de diez situaciones que se repiten en las películas que más recordamos.
En su siguiente libro, ¡Salva al gato! Va al cine, Snyder desarrolla con más detenimiento su teoría de los diez argumentos universales o géneros cinematográficos, como los llama él, refiriéndose a las historias que comparten pautas de narración y personajes.
Ya vimos el primero de ellos, un monstruo en casa, y vamos con el segundo: El vellocino de oro.
El vellocino de oro
Preguntarle a los hombres de las cavernas qué cuentos prefiere oír por las noches, junto a la hoguera, y tres de cada cinco os dirán: ¡una road movie!
Qué interesante son esas historias que cuentan la odisea de un hombre o de un grupo de hombres que salen de su caverna en busca de alimento o de otra caverna mejor.
Lo que pueda ocurrir “ahí fuera” exalta nuestra imaginación y nuestras expectativas. De estos relatos de carretera que Blake Snyder agrupa bajo el título el vellocino de oro es que lo que importa no es la meta, sino lo que aprendemos de nosotros mismos mientras intentamos llegar a ella.
El mito del vellocino de oro proviene de la antigua Grecia, de la leyenda de Jason y los argonautas: Jasón emprende un viaje porque tiene que recuperar el vellocino si quiere convertirse en rey, pero antes de partir reúne a un grupo de fieles como Hércules, y vivirán muchas aventuras antes de que Jasón se enfrente por fin a sí mismo y consiga lo que iba buscando.
El vellocino es el objeto que busca el héroe, la meta del viaje, pero en muchas historias de este género ese objeto es poco más que un macguffin, una excusa para emprender la marcha que pierde todo significado una vez se llega al final.
Es una historia mil veces contada: los griegos nos legaron el mito de Jason, pero también la Odisea, de Homero; y luego ha habido muchos otros vellocinos: los cuentos de Canterbury, de Chaucer, el Ulises, de Joyce, Mientras agonizo, de Faulkner, etc.
Cuando los guionistas queremos escribir una road movie, casi siempre escribimos un vellocino de oro.
Los subgéneros:
El vellocino de amistad suele ser de tono ligero, pertenecen a esta categoría Mejor solo que mal acompañado, Road trip y Pequeña Miss Sunshine.
El vellocino épico, muy parecido a su antecedente griego, puede verse en La guerra de las galaxias y Salvar al soldado Ryan.
En el vellocino en solitario, el protagonista emprende el viaje solo, sin acompañantes, como en A propósito de Smith y Algo en común. O biopic en la carretera, es toda una vida que revela sus peligros y ofrece sus recompensas, como en Truman Capote y Ray.
En el vellocino de deportes el premio es un campeonato. Vemos el ejemplo en Los picarones, Hoosiers más que ídolos o el Castañazo.
En el vellocino de granujas el premio es un tesoro guardado a buen recaudo y el equipo de Jasón está formado por una pandilla de marginados o delincuentes con habilidades de las que carece el líder y por eso necesarios para encontrar el tesoro, como en Ocean´s Eleven.
Lo más importante de esta trama es el hecho de estar lejos de casa y el subidón de participar en una aventura en equipo para conseguir algo más importante que uno mismo.
Las películas que entran en este género tiene tres componentes principales: (1) un camino, (2) un equipo y (3) una recompensa.
Un camino
Salimos en busca de nuestra meta. El camino se aleja de casa, y tal vez nos devuelva a ella, y no tiene por qué ser de tierra. Puede ser también metafórico. Puede ser la vida entera, una travesía por mar, recorrer una calle, lo que sea con tal de que el protagonista salga transformado.
Como demuestran Tres Reyes y El señor de los anillos, puede cruzar universos, sistemas planetarios, naciones, dimensiones temporales y espaciales…
¿Se dirigen mis héroes algún lugar en concreto? ¿Puedo cartografiar su viaje? En Una rubia en la liga se muestra el camino de ascenso con una sucesión de fotografías. En Cuestión de pelotas el equipo empieza a escalar puestos en la clasificación. El camino va hacia arriba directo hacia la recompensa.
Un equipo
A medida que el equipo del héroe avanza, el quid de la historia está en el compañerismo y en quién elige el protagonista para hacer su ruta.
El héroe es el centro y la fuerza centrífuga del equipo y con frecuencia el personaje más aburrido. Lo vemos en Luke Skywalker, por eso necesita rodearse de un caradura como Han Solo, un felpudo con patas como Chewbacca y una pareja de quisquillosos droides. Luke tiene las cualidades del héroe, es valiente, despierto y franco como un niño.
En películas donde el equipo es numeroso, la presentación de cada miembro puede llevar unos minutos del planteamiento. Lo vemos en películas de ladrones como Un diamante al rojo vivo y Ocean´s Eleven, los personajes y su habilidad particular se nos presentan con una gran economía narrativa.
Una recompensa
Al final del camino la recompensa no tiene por qué ser algo en concreto, y el héroe no tiene por qué conseguirlo.
En películas carcelarias como Papillon y Fuga de Alcatraz, la recompensa es la libertad. Hasta cuando la recompensa es dinero, como en las películas de atracos o robos, las mejores historias son aquellas en las que el protagonista tiene un motivo primario para obtenerlo: venganza, amor o valor y hombría, como en Ocean´s Eleven.
Con frecuencia, antes de alcanzar la meta, las cosas se tuercen y ocurre algo que lo impide. Justo antes de la victoria aparece un obstáculo que lo echa todo a perder. Como en Salvar al soldado Ryan cuando el soldado al final no quiere dejar la guerra.
La clave al escribir una road movie es que cada alto en el camino tenga significado y encaje en la historia.
Resumiendo, para que una película se pueda incluir en este epígrafe debe tener tres elementos:
- Un camino que cruza océanos, el tiempo o una simple calle, pero lo suficientemente largo para que el protagonista pueda crecer. A menudo, se cae el caballo y el viaje se interrumpe.
- Un equipo, o un amigo, necesario para ayudar al héroe, que representa cualidades que el protagonista no tiene, cierta habilidad, experiencia o actitud.
- Una recompensa, la meta, que tiene que ser algo primario: volver a casa, encontrar un tesoro, reivindicar un derecho.
Subgéneros
- Vellocino de deportes: Los picarones, El rompehuesos, El castañazo, Rocky, Una mujer en la liga, Ellas dan el golpe, Elegidos para el triunfo, Somos los mejores, Titanes, Hicieron historia y Cuestión de pelotas.
- Vellocino de amistad: Mejor solo que mal acompañado, Easy Reader, Las vacaciones de una chiflada familia americana, Extraños en el paraíso, Thelma y Louise, Buscando a Nemo, Road trip, o Brother! y Pequeña Miss Sunshine.
- Vellocino épico: Salvar al soldado Ryan, Los cañones de Navarone, Doce del patíbulo, Los profesionales, La guerra de las galaxias, Apocalipse Now, Tiempos de gloria, Tres Reyes, Master and Commander, La búsqueda, El señor de los anillos.
- Vellocino de granujas: Ocean´s Eleven, Rififi, Topkapi, Asalto al banco de San Luis, Un diamante al rojo vivo, Papillon, Fuga de Alcatraz, Con la poli en los talones, Sospechosos habituales, Un trabajo en Italia.
- Vellocino en solitario: María, llena eres de Gracia, Barry Lyndon, Quiero ser libre, A propósito de Schmidt, Truman capote, Algo en común, Náufrago, Ray, En la cuerda floja, La feria de las vanidades, Cold Mountain.
Así terminamos el pódcast de hoy en el que hemos mostrado el segundo de los argumentos universales de Blake Snyder: El vellocino de oro. No sin agradecer a los que os suscribís a los cursos de Guion o contratáis las consultorías y mentorías que ayudáis a que el pódcast se mantenga. Estaremos juntos los martes y jueves con nuevas técnicas, estrategias y análisis para que aprendamos entre todos a ser mejores guionistas.