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Hace dos años se rodó el primer cortometraje con guion escrito por inteligencia artificial: Sunspring. La película de 9 minutos se presentó en el Festival de Ciencia-Ficción de Londres y quedó entre las diez primeras en una competición. ¿Qué contenía ese guion escrito por una máquina? Hoy lo leemos y analizamos en Guiones y guionistas.
Pero eso será en unos segundos. Antes recordar que si queréis aprender más sobre cómo escribir guiones, y necesitáis un método que os guíe, están los cursos de la plataforma de Guiones y guionistas. Hoy continuamos con la séptima clase del curso de Guion Documental en la hablaremos de la escaleta y el guion de intenciones que debemos crear en nuestro documental. Porque antes de comenzar a grabar tenemos que tener un guion, aunque sepamos que siempre se modificará después.
Un par de noticias para los suscriptores: he subido las biblias de venta de True Detective y de la serie Fargo a la zona de descargas. Está en la página de biblias de series. Y voy a mantener una semana más los planners y los generadores de historias en la zona de descargas por si alguno de los suscriptores todavía no se los ha descargado.
Un guion escrito por Inteligencia Artificial

Sunspring
¿Puede una Inteligencia Artificial escribir un guion cinematográfico? Esa es la pregunta que el director Oscar Sharp le hizo a su colaborador Ross Goodwin, investigador de la Universidad de Nueva York. Juntos desarrollaron el proyecto que acabaría dando como fruto el cortometraje Sunspring, estrenado en el Festival de Ciencia-Ficción de Londres en 2016.
Sunspring es un corto de ciencia ficción que no es del todo lo que parece. Se trata de tres personas que viven en un futuro extraño, posiblemente en una estación espacial, y viven una especie de triángulo amoroso. Sabes que es el futuro porque H (interpretado por Thomas Middleditch de Silicon Valley) lleva una brillante chaqueta dorada, H2 (Elisabeth Gray) juega con computadoras y C (Humphrey Ker) anuncia que tiene que «ir al cráneo» antes de meter su cara en un montón de luces verdes. Parece la típica película de ciencia ficción B que tiene una trama incoherente pero es algo más. Es una película de ciencia ficción con una trama incoherente cuyo guion ha sido escrito por un máquina.
¿Pueden escribir textos originales las máquinas?
Pero para entender toda esta historia hay que volver unos años atrás, cuando Oscar Sharp estaba en la escuela de cine en la Universidad de Nueva York y descubrió que prefería salir con los tecnólogos en el Programa de Telecomunicaciones Interactivas más que con otros cineastas. Así fue como conoció a Ross Goodwin, un escritor que acababa de obtener una maestría en la Universidad de Nueva York mientras estudiaba el procesamiento de lenguaje natural y las redes neuronales.
En esa época los dos estaban obsesionados con descubrir cómo hacer que las máquinas generasen textos originales de escritura. Durante años, Sharp quiso crear una película a partir de partes aleatorias, incluso llegó a escribir una representación de fragmentos de texto elegidos por tiradas de dados. Goodwin, quien perfeccionó sus habilidades de autoría asistida por máquina mientras escribía cartas para clientes corporativos, había estado utilizando las cadenas de Markov para escribir poesía.
Cuando se conocieron en la Universidad de Nueva York, Sharp le contó a Goodwin su sueño de escribir un guion con una Inteligencia Artificial. Más de un año y muchos algoritmos más tarde, Goodwin consiguió obtener un guion escrito por Inteligencia Artificial.
La escritura y generación del guion
El sistema creado por Goodwin es una red neuronal recurrente LSTM (Long Short-Term Memory), un tipo de Inteligencia Artificial que se usa a menudo para el reconocimiento de texto. Esta máquina fue bautizada con el nombre de Benjamin por sí misma cuando se le preguntó. Para entrenar a Benjamin, Goodwin alimentó a la inteligencia artificial con un corpus de docenas de guiones de ciencia ficción que encontró en internet, en su mayoría películas de los años 80 y 90.
Benjamín los diseccionó letra a letra, aprendiendo a predecir qué letras tendían a seguirse unas a otras y, desde allí, qué palabras y frases tendían a aparecer juntas. La ventaja de un algoritmo LSTM sobre una cadena de Markov es que puede muestrear cadenas de letras mucho más largas, por lo que es mejor predecir párrafos enteros en lugar de unas pocas palabras. También es bueno para generar frases originales en lugar de cortar y pegar frases juntas.
Con el tiempo, Benjamin aprendió a imitar la estructura de un guion, produciendo descripciones, acciones y líneas de personajes bien formateadas. Lo único que la Inteligencia Artificial no pudo aprender fueron los nombres propios, porque no se usan como otras palabras y son muy impredecibles. Así que Goodwin cambió todos los nombres de los personajes en el cuerpo del guion de Benjamin a letras individuales. Es por eso que los personajes de Sunspring se llaman H, H2 y C. De hecho, el guion original tenía dos personajes separados llamados H, y Sharp llamó a uno H2 solo para que estuviera más claro.
El rodaje
Y con Benjamín preparado, Sharp y Goodwin se presentaron en Sci-Fi London, un festival anual de cine que incluye el 48-Hour Film Challenge, donde los participantes reciben una serie de indicaciones que deben aparecer en la película que tienen que hacer en los próximos dos días.
Después de que Goodwin introdujera los datos de las películas y la convocatoria, se reunieron todos alrededor de la impresora esperando que Benjamin escupiera el guion.
Cuando lo hizo los actores lo leyeron entre risas, porque era un texto repleto de descripciones y acciones casi imposibles como «Él está de pie en las estrellas y sentado en el suelo».
Luego, Sharp asignó roles al azar a los actores en la sala. Los actores interpretaron las líneas a medida que leían, agregando tono y lenguaje corporal, y los resultados son lo que se ve en la película. De alguna manera, una serie de frases ligeramente confusas se convirtió en una historia de romance y asesinato, ambientada en un oscuro mundo futuro.
Incluso Sunspring tiene su propia banda sonora (interpretada por Andrew y Tiger), con una canción pop compuesta también por Benjamin después de aprender de un corpus de otras 30,000 canciones pop.
Y después de esta introducción seguro que tenéis la suficiente curiosidad para escuchar el guion que voy a leeros ahora. Para continuar el experimento lo he traducido directamente con el Google Translator y he hecho algunos ajustes en algunas frases.
Si queréis ver el guion os dejo un enlace al guion original en inglés y otro enlace al guion en español que he traducido yo.
Descargar Sunspring (español)
Y para que podáis ver el resultado final, también os dejo el video en la web.
Y ahora voy a hacer un breve análisis al guion. A nivel genérico está claro que pertenece a la Ciencia Ficción, porque habla de estrellas, partículas y agujeros negros. Si veis el cortometraje también lo muestran en el vestuario.
El guionista Benjamin no estaba programado para trabajar la estructura por eso no termina de contar ninguna historia. Vemos personajes diciendo frases inconexas pero no llegan a contar nada. Y en los personajes tampoco hay ningún desarrollo ni caracterización. Aunque es verdad que todo tiene un aire muy poético dentro de lo absurdo e inconexo.
Como se puede ver en los créditos iniciales de Sunspring, el guion mezcla frases entre otros de Matrix, Jurasic Park, Star Wars, Terminator, X-Files, Stargate, Star Trek y Futurama. La escritura de Benjamin suena original, incluso rara, pero se basa en lo que los humanos escribimos en realidad porque llega de textos ya escritos. Los diálogos son inconexos y surrealistas por la conexión entre ellos.
Y se pueden ver patrones narrativos de cuentos de ciencia ficción. Por ejemplo hay un patrón recurrente interesante en Sunspring donde los personajes dicen, ‘No, no sé qué es eso. No estoy seguro». Según dijo Goodwin en una entrevista. «Están cuestionando el medio ambiente, cuestionando qué hay delante de ellos. Hay un patrón en las películas de ciencia ficción de los personajes que intentan comprender el entorno».
Aunque no se encuentre mucha lógica en los diálogos, Benjamin ha capturado el ritmo de la escritura de ciencia ficción, incluso cuando algunas de sus frases son cómicamente absurdas. «Vamos a ver el dinero», dice C en un momento dado, justo después de que H escupa su globo ocular.
Y acabo con una duda: ¿Es Benjamin un autor o una herramienta? Por un lado tiene algo de autor, porque materialmente ha escrito el guion, aunque lo ha hecho uniendo frases preexistentes por lo que no hay nada creativo o autoral en él. Es como los juegos de los surrealistas como el cadáver exquisito, en el que cada uno escribía una frase sin ver lo que había escrito el anterior y así iban construyendo un texto.
En 1996 William Gibson publicó “Idoru”, una novela de ciencia ficción en la que se planteaba un futuro no muy lejano donde los famosos (actrices, cantantes, músicos…) son robots. Esta vez nos toca a nosotros, los guionistas. ¿Será posible alguna vez que creen robots que hagan guiones, y que estén bien y tengan lógica y valor artístico? Yo creo que sí. Y sino, al tiempo.
Y con esto termino el podcast de hoy en el que hemos analizado el primer guion escrito por inteligencia artificial. Y si os ha gustado, agradecería comentarios y valoraciones en Itunes, Ivoox o Youtube. O que compartáis este podcast por redes sociales. Y por supuesto agradecer a los que os suscribís a los cursos de Guiones y Guionistas que ayudáis a que el podcast se mantenga. Estaremos juntos los martes y jueves con nuevas técnicas, estrategias y análisis para que aprendamos entre todos a ser mejores guionistas.